Alrededor de los 40 años es fundamental apostar por unos estilos de vida saludables como la actividad física adecuada, la dieta equilibrada, una vida intelectual y socialmente activa, un sueño reglado, la evaluación periódica de los marcadores de enfermedades y, naturalmente una mayor participación en el tejido de la sociedad.

La Organización Mundial de la Salud en su esfuerzo de promover y proteger la salud de la población, necesita encontrar agentes que puedan hablar de la salud en todos los niveles de la sociedad y para todas las edades. Este tratado multidisciplinario en el campo de la longevidad, promovido por la Asociación Española para el Estudio Científico del Envejecimiento Saludable (AECES), es un excelente ejemplo del tipo de instrumento necesario para conseguirlo. Con respecto al subtítulo cabe destacar ese nuevo concepto de la segunda mitad de la vida, relacionado con la etapa de la madurez y la importancia que tiene la promoción de la salud en esos años para lograr un envejecimiento saludable.